Se coge la cámara y se dispara a todo lo que se mueve afuera, mientras el autobús se encuentra en plena marcha. A veces cae alguna pequeña pieza, aunque de poco valor. La sombra del autobús también ha participado activamente en la composición y el contraste de color.
Venía de vuelta a casa tras participar en un congreso de medicina y como el asiento de la ventanilla estaba libre, me dediqué a tirar fotos sin parar. Estas dos me gustaron por su color y composición. Las otras 300 se fueron al cubo de la basura.
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