¿Doping?


En la madrugada de la etapa Balneario de Panticosa-Refugio des Espuguettes, me vi obligado a tomar un sobre de ibuprofeno debido al dolor de cabeza. A eso de las 5 yo notaba que la ascensión al primer collado me resultaba muy cómoda y no digamos ya cuando me puse a correr hasta San Nicolás de Bujaruelo.
A poco de encontrarme con faljau (José Luis), mientras comía algo y descansaba para afrontar el Collado de Bujaruelo, recapacité sobre mi rápida recuperación física cuando aún no llevaba la mitad de la Transpirenaica realizada. Y fue entonces cuando comprendí lo que me estaba pasando. El ibuprofeno había barrido como una escoba el dolor plantar y el escozor de las ampollas; por eso yo corría con una mochila que todavía pesaba más de 15 kilos.
Visto lo visto, decidí no volver a usarlo en el resto de la travesía.
Si hubiera tomado uno cada día, todo hubiera sido muy fácil, aunque dudo mucho que la actividad fuera auténtica.
Foto de Suso. Buscando el valle de Bujaruelo. Transpirenaica sin repostar.

Comentarios

Roke ha dicho que…
Jajaja, no esta mal el chute que te metió...ya ves!! me imagino q se aumentó el efecto debido al cansancio y eso...
es cierto q nos atiborramos a antinflamatorios q tapan los problemas ke tenemos... todo por no escuchar al cuerpo.. en fin bonita conclusion
Suso ha dicho que…
No me metió ningún chute. Simplemente me quitó el dolor de la panta de los pies y el escozor de las ampollas. Ello motivó que al pisar no tuviera molestias y por eso corrí a pedazos bajando el eterno valle de Bujaruelo.
Siempre tuve mucha fuerza y energía, pero las molestias me hacían andar con extremado cuidado al bajar de los collados. Cada paso se convirtía en un infierno. Subiendo, en cambio, las ampollas plantares no molestaron nunca.
La única manera de solucionar el tema es patear mucho antes de salir, cosa que no hice.
Un abrazo, Roke.

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