Eficiencia 3.050. Aceite de oliva (V).

Cada vez que intento repartir los 400 g diarios de comida seca entre los diferentes tipos de alimentos que podré llevar, siempre me queda algo fuera de la cesta. Hay cosas esenciales que no pueden quedar en casa, y otras que se reducen ligeramente para dejar hueco a otro tipo de productos.
De entrada, intentaré no llevar ninguna proteína del tipo carne, aves, o pescado para no desperdiciar agua metabólica en una actividad renal innecesaria. Dichas proteínas serán sustituidas por los cereales, los frutos secos, la leche, los huevos y sus derivados.
Aunque esta opción aún debe ser consultada con un especialista, en los próximos días realizaré alguna prueba para observar cómo se comporta el organismo con una dieta diaria en la que se ingieren 100 g de aceite de oliva mezclados con 200 cc de zumo o triturado natural de tomate.
De entrada, no debería haber ningún problema con esas 900 calorías, casi la mitad de una dieta diaria de emergencia. Pero, ¿qué ocurriría si una vez tomada la decisión de llevar conmigo 2 litros de aceite de oliva -renunciando con ello a otras cosas- resulta que aparecen las diarreas? Pues, simple y llanamente, que me tendría que deshacer de él y apañarme con solamente 1.500 calorías diarias durante el resto de la prueba deportiva, más la chicha derretida de mi cuerpo.
Comentarios