Transpirenaica en autosuficiencia absoluta. Capítulo 9: La opción más ligera.

Mochila vieja (800 g).
Esterilla.
Mono chino (100 g).
Funda vivac (250 g).
Calcetines (2 pares).
Capelina.
Polar 200 (250 g).
Camiseta manga larga.
Pantalón largo.
Calzoncillo.
Visera tipo desierto.
Zapatillas.
Documentación, dinero y tarjeta.
Teléfonos (2)
2 baterías repuesto teléfonos.
Reloj de pulsera.

Frontal y 12 pilas pequeñas.
Hoja de afeitar (suple a la navaja; idea de ambgel).

Paleta mini para untar (mantequilla, paté...)

Boli.

Aguja e hilo (por si la mochila hace...).

Botellines (3 de 500 cc).
Mapas (10) Me he cargado los otros 37.

Brújula.
Ibuprofeno (4 pastillas).
Cepillo dientes (mango recortado).
Esparadrapo (hace las veces de tirita y cinta americana).
Farmatón Complex (15 cápsulas). Me están poniendo como un león.
Crema rozaduras (para las posaderas, debido al calor).
Fortasec (5 cápsulas; no vaya a ser que la caguemos; con perdón).
Comida (6 kilos).

Esta opción contempla descansos de 4 horas (por la noche o por el día) solamente si no llueve, y podría dificultar la actualización diaria y regular del blog. Sería la manera más elegante de realizar la Transpirenaica; sin tienda, sin saco, en contacto directo con el medio. Tiene el 80% de posibilidades de ser elegida como técnica definitiva de afrontar el reto.

El mono de trabajo aporta algo más de confort a la hora de dormir (lo he probado). La mochila y la capelina refuerzan la función de la funda vivac, la primera en las piernas y la última en el tronco. El polar se necesita para poder afrontar la noche. Si tuviera un saco Nunatak como el de ambgel, no dudaría en llevarlo (430 g) y suprimir otras cosas de idéntico peso.