2ª parte del atraco


Por supuesto que no llevaba armas. ¿O sí? Hombre... alguna tendría que portar para poder cometer el vil atraco.
Toco el timbre. Salen a recibirme los dos. Ambos entre 50 y 55 años. Seguro que con los hijos ya emancipados o estudiando, en el último tramo.
-Boas noites, ¿pódenme decir si hai fonte na vila? -aunque ya estoy en Asturias, aquí se habla gallego.
-Pois non, pero dámoslle auga da nosa.
El primer paso está dado. Ahora solo es cuestión de seguir el proceso.
Bebo el primer trago, y, después, otro, hasta que acabo con la botella de medio litro.
La señora me trae otra. A todo esto aún continuamos en nuestras posiciones. Ellos dentro, en el recibidor, y yo, en el porche de entrada, a cubierto, al lado de una silla que me servirá para poder continuar con la estrategia.
-¿Podo sentarme un momentiño e comer un pouco? -pregunta que ya casi los obliga a responder con una invitación.
-Sí home, pero mellor pasa pra drento.
Después, lo lógico en estos casos. Tanto ellos como yo, tenemos ganas de hablar un rato. Y lo hacemos mientras me invitan a un café.
Les dejo mi teléfono por si van este año a tomar el pulpo en el San Froilán; o si pasan por Castroverde para arreglar algún asunto oficial en Lugo.
De verdad que los invitaré a algo de todo corazón.

Foto de Suso. Plaza mayor de Salas.

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