De Castroverde a Cabezón en bici. Fiesta nocturna.


Al Puerto de San Glorio le tenía respeto porque lo he pasado muchas veces en coche, en ambos sentidos. Le tenía pánico porque nunca lo había abordado en una bici de carretera con plato pequeño de 42 dientes. Además, lo afrontaba de noche, con una jornada anterior de 300 km realizados en 18 horas aproximadamente.
Como ya dije ayer, en el primer encuentro con la Guardia Civil de Tráfico, en torno a la una de la madrugada, ambos pasamos de largo después de aminorar la marcha casi hasta parar. Pero esta vez fue diferente. Una vez que subo al embalse de Riaño, nos volvemos a encontrar. Yo dejo de pedalear y ellos, una pareja muy joven, bajan la ventanilla y me preguntan hacia dónde voy. Les suelto parte del rollo y les explico por qué circulo de noche.
A parte de mi necesidad de charlar (y descansar) me apetece la calefacción de su vehículo, así que, ni corto ni perezoso, les pido que me hagan un hueco en el asiento trasero. Se miran y... acceden a mi petición, siendo conscientes plenamente de que no soy un maleante o un terrorista islámico armado con una bicibomba.
Estuve hablando con ellos diez minutos como máximo. Les pregunté si había algún local abierto en Riaño para tomar un café... y hacer tiempo, ya que no me apetecía bajar el puerto de noche. Contestaron que al lado de la gasolinera, en la calle principal.
Me guié de la mayor intensidad de las luces para llegar al centro y, después, del ruido. Tuve suerte. Quedaba un local abierto, a eso de las dos y media o las tres. En él me desprendí de la ropa y me tomé un par de cafés con leche. Cada vez me dolía más la garganta. Rematé la faena con un chupito, antes de ponerme de nuevo el casco e introducirme en la fría y oscura noche.
Al comenzar a clarear,  los campos estaban blancos y mis manos totalmente heladas. No me quedaba más remedio que seguir pedaleando para calentar y no enfriarme más.
La bajada fue horrible entre aquella niebla tan espesa. Se empañaron las gafas y se entumecieron los huesos. La manilla del freno derecho comenzó a chirriar.
Potes.

Comentarios

savonarola ha dicho que…
Bonita aventura. Demuestras fortaleza mental y física. Siento sana envidia. ¡A por nuevos retos!
Suso ha dicho que…
En casa se dibujan. Después se rellenan los huecos con colores.
Un abrazo.

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