Jugando con el 10 (4)

El día 5 de septiembre, quinto de la travesía,  llegué muy cansado a las cercanías de Carrión de los Condes, antes de que se hicera de noche y tras soportar la tormenta desde Villalcazar de Sirga, creo. Estaba rendido. Me debía encontrar tan solo a unos 2 o 3 Km, pero fui incapaz de seguir caminando.
La paja de los campos estaba mojada, así que puse la capelina en el suelo y extendí el saco sobre ella y me quedé dormido... hasta que me despertó de nuevo la tormenta, primero los relámpagos y el viento, después, gotas grandes y frías.
No me dio tiempo casi a meter todo en la mochila y salir pitanto. 
Al llevar pantalón corto y estar mojado el suelo (perdí una pernera desmontable en algún vivac y la otra era para estampar los sellos), la arena comenzó a meterse en las zapatillas  y a morderme de lo lindo por no llevar calcetines.
Carrión de los Condes ya dormía... aunque no algunos adolescentes que chateaban en la plaza, donde había fuente para poder rellenar la botella.
Me costó salir de la villa, pero al final lo conseguí. Y caminé un par de horas, primero sobre asfalto y, después, por una pista eterna. Esa noche ya no pude poner el despertador... y esa fue mi perdición, quedarme sin batería.
De los 10 objetos, solo había fallado el teléfono, por culpa mía, por subir una entrada y fotos al facebook cada día.

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