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Reto 5. Desenlace final (7).



"La autosuficiencia voluntaria es muy peligrosa y arriesgada en un desierto real, pero quizás sea mucho más difícil no violarla en medio del Paraíso, cuando el maligno nos llame desde la puerta del bar".


Llegué a la hora de comer. No había una rata en la calle porque llovía a cántaros. Abadín era más o menos la mitad del camino y tan solo me encontraba a unos 40 Km de la cuarta y quinta fuentes, las del Miño y del Eo. Os recuerdo a todos que el objetivo eran las 5 montañas más altas de Galicia y los nacimientos de los 5 ríos mas largos,también de Galicia, que nacen y desembocan en dicha comunidad; cerca de 400 Km, intentando la cosa en menos de 5 días y 5 horas, con 5 euros de comida y un equipo de 5 cosas.


La capelina-saco, o manta impermeable, el único objeto del equipo que me estaba creando problemas, dió al traste con todas mis expectativas. Superé con ella la helada de la primera noche bajo el abrigo de un pinar; salí relativamente victorioso de la segunda noche pasada por agua en medio de un eucaliptal... pero estaba mal diseñada para caminar con lluvia y viento, cosa lógica cuando se construye un "prototipo" en un par de días.

Pues bien, allí estaba yo en medio de Abadín tapado con un plástico forrado de guata de esos que se emplean para cubrir la leña o el tractor. Tenía el mono mojado casi hasta el pecho, pero la ropa interior estaba sequita... en casa, claro, pues no la traía. 
Pero el problema no era que estuvieran mojados el mono y la manta. El gran problema era que seguiría lloviendo otros dos días, y sabía, por experiencia, que es totalmente imposible luchar contra la humedad si no te metes en algún lugar, bajo techo, al lado de una fuente de calor, cosas que yo me había prohibido en aquél juego.


Ya dije arriba que si estuviera en medio de un desierto real, no me quedaría más remedio que tirar para adelante, pero apareció el maligno... y me ofreció calor, interrupción de la humedad, comida que pagaría mi mujer cuando me viniera a buscar y conversación con el que estaba detrás de la barra del bar.

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