Ir al contenido principal

Once. ¿Dónde está el límite? (3).

Al salir de casa pesaba 73 kilos una vez descontada la ropa y el calzado.
Al llegar a Guadarrama, antes de comer a mediodía un menú especial bastante abundante, la báscula electrónica imprimió en el papel 65 kilos, también sin contar el calzado y la ropa.

8 kilos dividido entre 12 días son cerca de 700 gramos de pérdida al día y bastante más de la cantidad de alimento consumido por jornada, en torno a unos 400 gramos diarios, menos de 1 libra diaria, lo que tenía previsto antes de salir.
Si se han ingerido 400 y se han perdido cerca de 700, la suma resulta ser de unas 5.000-6000 calorías consumidas al día, 1.500 de alimento, y 3.500 de masa corporal, como mínimo.
Esta situación nunca se había producido antes.
Y parece que la causa es bastante lógica.
Hasta el momento, el consumo de alimento diario era similar a la pérdida de peso en todas las travesías realizadas en autosuficiencia en verano, en torno a 500/500 gramos.
Pero esta es la primera vez que se realiza una travesía en Autosuficiencia Limitada, es decir, con un equipo reducido a 11 cosas en invierno. Un equipo en el que faltaron un pasamontañas, un par de guantes, ropa térmica interior, una tercera capa decente en el tronco y la esterilla.
Los casi 200 gramos diarios extras que se han esfumado parece ser pues que corresponden a un esfuerzo corporal también extra para contrarrestar la falta de ropa y la ingestión de agua fría de deshielo en esos casi 12 días, siempre entre 2-10 grados, aproximadamente.
Las conclusiones son interesantes.
No voy a decir en invierno, pero en verano se pueden recorrer muchos muchos kilómetros a un ritmo no muy alto (60-70 diarios) tan solo con bebida isotónica y las propias reservas, que han de ser abundantes, hasta 10 kilos incluso en una persona de 175 de altura y 75 kilos de peso.
La clave está en que dicho organismo sea capaz de consumir hasta casi 1 kilo diario de su propia estructura sin que ello afecte al rendimiento previamente establecido.

Comentarios

Entradas populares